LA VIDA ES GENEROSA

Facundo Cabral nació el 22 de mayo de 1937 en La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Sus padres fueron Sara y Rodolfo los cuales ya tenían dos hijos. Su padre abandonó el hogar dejando a su madre con sus tres hijos, los cuales emigraron hacia Tierra del Fuego, sur de Argentina.

Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida, convirtiéndose en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio. Al poco tiempo consigue escapar y según cuenta encontró a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo.


La vida no te quita cosas: te libera de cosas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. No perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.

Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y, llegará naturalmente.

No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo,  porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.

Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte  libre y feliz.

Después podrás compartir la vida verdadera con los  demás.

Recuerda: «Amarás al prójimo como a ti mismo». Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás  viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la  felicidad es una adquisición.

Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estás amargando a todo el  barrio.

Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó a matar a seis millones de hermanos judíos.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.

Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños.

Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las  pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.

Ayuda al niño que te necesita, ese  niño que será socio de tu hijo.

Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.

Además, el servicio es una felicidad segura,  como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.

Da sin medida y te darán sin medida.

Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el  mismísimo Amor.

Si Dios tuviera un refrigerador, tendría tu foto pegada en él.

Si Él  tuviera una cartera, tu foto estaría dentro de ella.

El te manda flores  cada primavera.

Él te manda un amanecer cada mañana.

Cada vez que tú  quieres hablar, Él te escucha, El puede vivir en cualquier parte del universo, pero Él escogió tu corazón.

Enfréntalo, amigo, ¡Él está loco por ti!

Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas,  y luz para el camino.

«Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que  tienes mil y una razones por las cuales sonreír».

Cabral sabe que desde hace algunos años su mayor cruz es una enfermedad ocular que le está arrebatando la visión. «Es una enfermedad muy grande. Tuve muchos accidentes y a la larga tuve desprendimientos de retina dos o tres veces. Pero lo llevo bastante bien».

-¿Qué cosas le hace sentir el ver cada vez menos?

Pensar mejor. Pensar más. Hay un caso extraordinario en la historia: Demócrito. Nada menos que él. Demócrito se hizo quemar los ojos, decía, «para poder pensar, porque el mundo es tan bello que me distrae». Es como cerrar los ojos antes de dormirte y ves al mundo de una manera diferente. Además, yo ya vi tanto. ¡Caramba, el mundo es tan bello! Flores, reptiles, mares, océanos, volcanes, osos polares, hay delfines hasta rosados, las mujeres que son tan bellas… ¡Ah, mi Dios, el mundo es una fiesta! Por eso nunca entendí a la gente que se aburre y se siente pobre. No la entiendo.

LA VIDA ES GENEROSA

Así lo cree Facundo Cabral, quien asegura no entender a aquellos que no saben apreciarla. Pero los años no le han sido indiferentes.

Es que es la vejez –la que él define como «la estación serena de la vida»– su último gran descubriendo.

«Lo único que se desbarata es el cuerpo. Pero yo no soy el cuerpo. El cuerpo es el vehículo que me lleva de la cuna a la tumba. Yo soy mi espíritu, mi alma y las ideas que arman mis neuronas. Dios me dio esto y aprendí a querer lo que me dio. Y le estoy sacando partido».

Fuente: https://mistextos.wordpress.com/2021/02/01/la-vida-es-generosa/

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Selección Natural

El que quiera ver que vea, el que quiera seguir durmiendo, que duerma.

Tenemos toda la información REAL sobre lo que está pasando en el planeta a nuestro alcance, el que quiera verla, la verá, el que no quiera, seguirá viviendo en el sufrimiento y en el caos.

Estamos en momentos de luz, de evolución, de despertar, solo debes dejarte llevar por la onda encantada de la vida, y verás, y entenderás, y te liberarás del dolor, del miedo y podrás entender de que va esto de «la vida».

Si no estás dispuesto a fluir con el momento actual, la vida se encargará de apartarte para que no entorpezcas el progreso del resto.

Tal vez te toque empezar de nuevo en la prehistoria, ya que no aprendiste nada, no hay otro método que hacerte repetir y empezar de cero.

Recuerda que tu marcas el camino, tu decides como será tu futuro con tus actos y tus pensamientos.

A veces olvidamos que en este mundo «todo, absolutamente todo, siempre, es perfecto, siempre, aunque no entendamos nada» cuando lo entiendas, lo hagas tuyo y lo interiorices, tu vida cambiará de golpe y todo se volverá fácil.

A estas alturas de la evolución, con todo lo que hemos vivido, no puede ser que te creas a los políticos o a los medios de comunicación, solo tienes que sentir cuando hablan y te darás cuenta de lo que pasa, de lo que quieren conseguir, de a donde van, de que quieren hacer con nosotros.

Ningún médium, ningún vidente, ningún ser despierto se va a creer esta farsa, porque si así fuera, es que no son auténticos, son parte de la matrix, son parte de la mentira, de la programación.

En televisión, hacen programas, los programas, programan ¡y aun no entiendes nada cuando te lo dicen a la cara! ¿Qué más necesitas para ver, para soltarte de la vida irreal diseñada para acabar con el ser espiritual?

Entiendo que el sistema educativo también te programó, para que no pensaras ni decidieras nada por ti mismo y te limitaras a obedecer sin cuestionar nada por ti mismo. Cuando suena el timbre, todos a formar, en fila, ya nos preparan para obedecer y ser mandados.

El sistema no quiere que seas tu mismo, quiere que no seas nada más que un número vacío, enjuto y seco, pero que consumas, que gastes, que pagues impuestos.

Ellos que imprimen los billetes, que necesidad tienen de cobrarnos cada día más impuestos, de desgastarnos, exprimirnos… vaciarnos de vida…

Libérate de la matrix y vive, se auténtico y disfruta de la magia de la vida. Y si no sabes como conseguirlo, hay muchos SERES VIVOS que estarán encantados de contarte, de escucharte, de abrazarte, solo por amor, sin esperar nada más que una sonrisa.

Confía!


Firmado por un ser humano.

La vida te da TODO lo que quieras, con una sola condición…

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La vida es tan bella o ten terrible como nosotros mismos la creemos, esto suena muy duro cuando no estamos pasando por los mejores momentos de nuestra existencia, e inclusive se vuelve muy complicado de creer, pero la realidad es que cada una de las situaciones que atraemos a nuestras vidas, no son otras diferentes a las que necesitamos.

Y cada una de esas situaciones que necesitamos corresponde con nuestros niveles de vibración y vibramos solo con aquello que estamos convencidos de que nos merecemos. Luego,

¿cuál es la condición para que la vida nos dé lo que queremos?

¡Que no dudemos de que lo merezcamos!

Entonces suena sencillo, pero la verdad es que lleva un trabajo de fondo de aceptación, de reconocimiento, de confianza, de agradecimiento y de mucho amor propio. Si mejoramos cada uno de estos aspectos, comenzaremos a manifestar lo que realmente nos gustaría en nuestras vidas y no lo que realmente sentimos merecer (ojo, que esto puede ser por razones que no son evidentes, pero que están sembradas en nuestras creencias fundamentales).

Aceptación: el entender que hay cosas de nosotros que no nos agradan tanto y trabajar por lo que sí podemos mejorar, nos permite reconciliarnos con nosotros mismos, nos permite ver todo lo bueno antes de criticarnos y juzgarnos, nos permite ser nobles con nuestros procesos, con nuestros tiempos y saber que estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que contamos.

Reconocimiento:
el reconocer que ya de manera esencial somos perfectos como somos, que tenemos cualidades únicas, que hemos superado muchas cosas, que hemos aprendido y que hemos sembrado, nos recuerda más un nuestro valor, de lo que estaos hechos y de lo que somos capaces de alcanzar.

Confianza: 
el creer que estamos aquí por algo, con un propósito y con capacidades de creación prácticamente ilimitadas es una puerta que al cruzarla nos muestra un universo de infinitas posibilidades, que podemos escoger nosotros a cada segundo.

Agradecimiento:
el dar gracias es una manera de reconocer nuestras bendiciones y de conectarnos con la prosperidad, es darle pistas a la vida de qué es lo que nos gusta y qué nos gustaría tener más y más en nuestras vidas. Así que tener la atención en lo que nos agrada y reconocerlo, nos hace multiplicar ese tipo de cosas, lo mismo ocurre al contrario.

Amor propio:
el amor más importante, el que nos acompaña a donde vayamos, el que debe ser incondicional, ese que nos ayuda a establecer límites, a cuidarnos, a valorarnos y a sentirnos realmente merecedores de la vida que queremos vivir. La relación con nosotros mismos debe estar llena de detalles, debe cultivarse y cuidarse como un tesoro, porque de ella dependerá nuestro verdadero bienestar.

Cree que te lo mereces y prepárate para recibirlo.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet