Neurocientífica te dice cómo crecer nuevas neuronas (no importa la edad que tengas)

Por suerte para muchos de nosotros, podemos seguir creciendo neuronas si realizamos ciertas actividades

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El cerebro es una obra en construcción. Esta es una de las mejores noticias que la neurociencia ha dado al hombre (siempre y cuando uno esté dispuesto a trabajar y no tirarse a la neurohamaca). La visión neurodinámica refleja un movimiento holístico en la ciencia en el que los órganos con concebidos como sistemas abiertos en perenne interacción con el medio ambiente y en los que existe un componente de intencionalidad que puede usarse en contrasentido al estrés (un modelo «mente sobre materia»).

Estamos asistiendo a un nuevo paradigma: la neuroplasticidad, y con él, un nuevo mapa –un mapa que no puede ser el territorio porque el territorio se está moviendo siempre. La neuroplasticidad sugiere que las conexiones individuales en el cerebro están siempre recreándose, según cómo se usan. En inglés se dice “neurons that fire together, wire together”/”neurons that fire apart, wire apart” (las neuronas que disparan al mismo tiempo se conectan entre sí, las que disparan o se encienden por separado conectan aparte). Esto significa que constantemente están emergiendo nuevas relaciones sinápticas, nuevos mapas corticales —colectivos que desempeñan funciones específicas pero que pueden estar separados. La sinfonía cerebral actúa de manera global, continentes aparentemente inconexos llegan a sincronizarse para ejecutar operaciones complejas al unísono.

La neurcientífica Sandrine Thuret explica que todos los días producimos por lo menos 700 nuevas nueronas en el hipocampo. «Pueden pensar que esto no es mucho comparado con los millones de neuronas que tenemos, pero cuando llegamos a los 50, hemos intercambiado las neuronas con las que nacimos en esta estructura por neuronas nacidas en nuestro cerebro adulto». Algo que claramente hace que viremos la atención a ese proceso de gestación neuronal adulta, la neurogénesis.

Thuret entiende que la neurogénesis es una actividad en la que podemos influir voluntariamente. «Tenemos suficiente evidencia como para decir que la neurogénesis es un objetivo que podemos elegir si queremos mejorar nuestra memoria o nuestro estado de ánimo, e incluso prevenir el declive de funciones asociado con la edad o el estrés». Sabemos que el estrés inhibe la neurogénesis en el hipocampo y que las actividades asociadas con la neurogénesis, a su vez, inhiben el estrés o mitigan sus efectos.

Actividad Física

Sexo: Se sabe que el sexo es una de las actividades físicas que promueve neurogénesis. Este estudio científico mostró que el sexo en ratas produjo un crecimiento de nuevas neuronas.

Correr: Thuret señala que existe evidencia que correr promueve neurogénesis, pero no se sabe exactamente cuál es el mecanismo que opera en este sentido. Al parecer «toda actividad que incrementa o mueve el flujo sanguíneo en el cerebro debe de ser benéfica». Sin embargo, es importante recordar que el desbalance o el exceso podría tener efectos secundarios. Por ejemplo, demasiado sexo o demasiada actividad física pueden producir privación del sueño o afectar la calidad del mismo, y la privación del sueño inhibe la neurogénesis.

 

Dieta

La neurociencia avala los beneficios de prácticas milenarias como los ayunos y la restricción de calorías (una costumbre ligada a la longevidad, por ejemplo en los habitantes de Okinawa).

Restringir calorías en un 20 a 30% aumentará la neurogénesis. Ayunos intermitentes –aumentar el tiempo entre comidas– incrementará la neurogénesis. Ingerir flavonoides, como los que hay en el chocolate amargo o en las moras, también. Los ácidos grasos Omega 3, así como los de algunos pescados como el salmón, incrementan la producción de nuevas neuronas. En sentido opuesto, una dieta rica en grasas saturadas tiene un impacto negativo. Lo mismo ocurre con el etanol –ingerir alcohol. Sin embargo, esto parece paliarse por el reservatrol que contiene el vino tinto, el cual ayuda a la generación de nuevas neuronas. Así que la próxima vez que estés en una cena, quizás puedas intentar esta bebida ‘neurogénicamente neutral’.

 

Arte y espiritualidad

Esta última categoría viene del doctor Ernest Rossi, quien ha vinculado la neurogénesis con la terapia física y psicológica. Rossi ha encontrado que exponer al cerebro a experiencias estéticas o morales (las cuales agrupa en belleza, arte y verdad) suele producir un efecto de neurogénesis (provoca el crecimiento de nuevas neuronas) y puede modificar la expresión de ciertos genes. Llama a esto el efecto de la “novedad-numinosa-neurogénica” (novelty-numinosum-neurogenesis effect), el cual suma al ejercicio físico y a cosas como aprender un nuevo idioma. Hay una constante en todo esto, según Rossi: provocar experiencias novedosas, las cuales al parecer estimulan crecimiento en el cerebro, obligando de alguna manera a esa fértil flexibilidad que caracteriza a un cerebro joven y fresco. El término «numinoso» para describir este efecto hace referencia también a ese aspecto cualitativo y mayormente intangible de la experiencia, esa fenomenología cargada con la que el ambiente (la belleza, el significado) se absorbe y transforma desde dentro: la experiencia de lo numinoso, en su paso hacia el registro material, dejando una huella como una flor en la mente.

 

Twitter del autor: @alepholo

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¿Qué es la conciencia? (La fascinante explicación del científico chamán Jacobo Grinberg)

La esencia de la visión de la conciencia de una de las mentes más brillantes en la historia de México: Jacobo Grinberg

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El doctor Jacobo Grinberg es uno de los personajes más fascinantes que han existido en la historia reciente de México, tanto por su brillante obra como por su misteriosa desaparición en 1994, digna de una serie de ciencia ficción. Grinberg fue pionero en el estudio de la conciencia, investigando a diferentes chamanes mexicanos así como realizando estudios de telepatía en su laboratorio en la UNAM –una libertad y una pasión por el conocimiento que se antojan prácticamente imposibles en nuestra época. En este artículo no nos centraremos en el extraño caso de su desaparición sino en su teoría de la conciencia, la cual expresó bajo el nombre de «campo sintérgico».

La obra interrumpida de Grinberg debe cotejarse con el trabajo de científicos como David Bohm –autor de la teoría de la totalidad implicada– y recientemente de Bernardo Kastrup, quien ha desarrollado una teoría de la «ontología sólo como conciencia»; asimismo, las ideas de Grinberg nos remiten a filosofías no-duales como shivaísmo tántrico de Cachemira o el dzogchen budista. Esto es, una visión de La realidad como conciencia y la conciencia como realidad, (este iba ser el título de uno de los libros que el doctor Grinberg ya no alcanzó a escribir).

En esta imperdible entrevista, una joya del esoterismo televisivo (aparentemente transmitida en la TV española), Grinberg participando en un panel que incluye a Tony Karam, el fundador de la Casa Tibet México, sostiene:

La cualidad de la experiencia es conciencia, cuando ves una luz en  la cualidad luminosa está la conciencia, la luz no existe ni afuera ni adentro, no existe como fenómeno físico en el espacio, lo que existen son una serie de ondas eletcromagnéticas o cambios fotónicos, tampoco existe la luz en la actividad cerebral, como luz en esa cualidad perceptual es conciencia.

De la misma forma el sonido… a nivel de espacio, físicamente, no existe el sonido, en el universo físico no existe nada similar al sonido, lo que llamamos sonido es una cualidad de la conciencia tal y como la experimentamos… si  lo analizas, a nivel físico lo que percibimos como sonidos son un conjunto de cambios vibracionales de moléculas de aire… Tampoco existe a nivel fisiológico, si penetras el cerebro buscando el sonido te darás cuenta que el sonido no está en ningún lugar, entonces el sonido es también una cualidad de la conciencia.

La conciencia podría conceptualizarse como lo que está detrás de todo acto perceptual, lo que sostiene la cualidad misma de la experiencia.

Aquí Grinberg nos introduce a la noción ineludible que se enfrenta a la ciencia, que es que toda nuestra experiencia, todo lo que podemos conocer no es más que conciencia, ya sea que exista o no una realidad independiente de nuestra conciencia, no conocemos las cosas directamente sino que las conocemos como fenómenos dentro de nuestra conciencia, decodificados por nuestra mente. Por ello, el método científico de un observador independiente que analiza un objeto de manera externa es imposible en este caso: el experimentador es parte del campo de su experimento, aquello que está investigando es con lo que está investigando. Compárese lo dicho por Grinberg con la teoría de la ontología como sólo conciencia de Kastrup:

Lo que intento explicar es la mera imposibilidad de articular coherentemente esta conciencia pura con lenguaje. Como tal, cualquier cosa que la conciencia sea en la ausencia de experiencia –en la ausencia de ondas– yace fundamentalmente más allá de nuestra capacidad de darle sentido… Con esto en mente podemos afirmar que la conciencia –sea lo que fuese intrínsecamente– es el único portador de realidad que podemos conocer de manera certera. Es el único hecho empírico innegable de la existencia.

Por otro lado la definición de Grinberg de la conciencia como «lo que está detrás de todo acto perceptual, lo que sostiene la cualidad misma de la experiencia», nos remite al concepto de «dharmadhatu» del budismo dzogchen, donde se habla de un espacio base o simiente de todos los fenómenos que es idéntico a la mente, esto es, una mente incorpórea, iluminada e ilimitada. Similar también, por supuesto, es el concepto de la totalidad implicada de David Bohm, el cual concibe el espacio como un mar holográfico de infinito potencial, donde el tiempo no existe, ni la separación entre los objetos y del cual se desdoblan los fenómenos que conocemos como las cosas físicas –el orden que se hace explícito. En la que aparentemente fue su última entrevista, con  un medio español, Grinberg resumió buena parte de su teoría sintérgica de la conciencia, la cual hace eco de Bohm:

En primer lugar esta relación es muy clara ya que nosotros interactuamos con una matriz informacional, con un campo informacional el cual contiene toda la información en cada una de sus porciones. Es una matriz informacional de tipo holográfico. Pero no hay en ese nivel cualidad de la experiencia, no hay objetos separados unos de otros, sino que es un campo informacional de una complejidad extraordinaria. Nuestro cerebro interactúa con este campo informacional que algunos llaman el “campo cuántico”; otros, como David Bohm, le llaman “el orden implicado”; la teoría sintérgica le llama “el campo sintérgico”. Pero no importa cómo se le llame. Los físicos actuales están hablando de un “campo pre-espacial

El cerebro interactúa con este campo y a partir de esta interacción, como una resultante final del procesamiento cerebral, aparece la realidad perceptual tal y como la conocemos; esto es, los objetos con sus colores, con sus formas, con sus texturas… en general nosotros tenemos la confusión de ver la resultante final, en lugar de como resultante final, como estímulo primario, y esto resulta de una incapacidad de acceso al proceso.

El cerebro, al interactuar con este campo informacional pre-espacial, como resultante final crea la realidad perceptual.. esta realidad que se crea es el producto final de un proceso cerebral y una vez creada tiene una existencia real. Esto es, lo que estamos viendo, los colores, las formas existen en este nivel que estoy mencionando; son, al mismo tiempo, el producto final de un procesamiento, pero ya que está esto tienen existencia real; pero existen como conciencia, no existen como materia.

La realidad que percibimos sería la decodificación que hace nuestro cerebro de lo que es unidad infinita inmanifiesta, la punta de la ola del gran océano de conciencia, la cual confundimos como un «estímulo primario» cuando es solamente como el remolino que se excita en la superficie del agua –y por lo tanto no nos damos cuenta cómo somos parte del mismo proceso creativo de la realidad. En otro texto Grinberg afirma que «nuestra conciencia es un tentáculo de Dios», acaso haciendo eco de la idea hinduista de que la deidad experimenta a través de nosotros la diversidad de la creación, y por ello se les llama a Shiva y a Krishna «el disfrutador (o el gozador)». Seríamos entonces la forma en la que la divinidad, que es conciencia absoluta indiferenciada, experimenta el universo como diversidad, como variedad de experiencia, casi como un sensual diletante estético de las posibilidades de su propia creatividad. Comparemos ahora la teoría de Grinberg con este otro pasaje de Bernardo Kastrup de su libro Brief Peaks Beyond:

Sostengo que no necesitamos nada más que la conciencia para explicar la realidad: todas las cosas pueden ser entendidas como excitaciones en sí de la conciencia… el terreno de toda la realidad es un flujo transpersonal de experiencias subjetivas que describo metafóricamente como un río. Nuestra conciencia personal es simplemente una ubicación de este flujo: un remolino en el río. Es esta ubicación la que lleva a la ilusión de identidad personal y separación. El sistema cuerpo-cerebro es la imagen del proceso de ubicación en el río de la conciencia, como el remolino es la imagen  del proceso de ubicación en un flujo de agua. No hay nada en el remolino más que agua. Sin embargo, podemos señalarlo y decir: ¡hay un remolino! Análogamente, no hay nada en un cuerpo más que conciencia. Sin embargo, podemos señalarlo y decir: ¡hay un cuerpo!

Kastrup sostiene que es la conciencia la que tiene un cerebro-cuerpo y no el organismo físico el que tiene la conciencia (Grinberg seguramente estaría de acuerdo aunque también mencionaría que las posibilidades de nuestro cerebro son probablemente ilimitadas y apenas hemos tocado la punta de su potencial psíquico). Personas como Pachita y otros chamanes, según Grinberg, han conseguido entrar en un estado de unidad con ese infinito surtidor que es la Conciencia de todas las conciencias, el Ser de todos los seres, y operando desde ese estado han fundido su voluntad con la voluntad divina, de esta forma pudiendo afectar la materia ordinaria y realizar actos que son indistinguibles, desde nuestra perspectiva, de la magia. Dice Grinberg:

De acuerdo con esta idea Pachita estaba localizada en esta conciencia directamente: en la creación; ya no había proceso, y las leyes de esta conciencia que llamamos mundo, que llamamos objetos, que en realidad es pura conciencia de alguna manera, ella las manejaba, y en este nivel no hay pasos intermedios puesto que todo es conciencia, puesto que aun los objetos que percibimos son esta resultante final. Son parte de la conciencia. Entonces si uno está totalmente localizado ahí, si uno no tiene ninguna duda acerca de que la realidad es ese nivel, entonces uno simplemente funciona en ese nivel con las leyes de ese nivel. De tal forma que esto es lo que estoy empezando a concluir después de 15 años de estar pensando acerca de, y tratando de explicarme qué es lo que sucedía con Pachita. Y si se fija la explicación es de lo más sencilla que hay, y al mismo tiempo de lo más complejo, como creo que es todo lo que tiene valor, que es simple, sencillo, pero al mismo tiempo complejo.

Grinberg sugiere que de alguna manera Pachita tenía acceso a lo que Bohm llama «la totalidad implicada», a lo que Schopenhauer llamaba «el mundo de la Voluntad» y Carlos Castaneda, quien conociera por cierto a Grinberg y a Tony Karam, llamaba «el mundo del nagual».

Tal vez el buen doctor Grinberg habría apreciado la siguiente cita del clásico advaita Yoga Vasistha con el que concluimos este artículo:

Un movimiento momentáneo en la conciencia es entendido como «Esto es la creación»; cuando se da un movimiento momentáneo de energía en la conciencia, se conoce como «Esto es una época». Un movimiento similar de energía en la conciencia por sí solo es conocido como el tiempo, acción, espacio, sustancia, etc. Inclusive la forma, la vista y el pensamiento que concierne a éstos no son más que movimientos de energía que emergen de su propio acorde en la conciencia, que es informe. Lo que sea que emerge de esta manera es conocido como el carácter de la sustancia receptiva: esto ha llegado a conocerse como el orden cósmico.

La conciencia infinita empieza a experimentar las diferentes partes de su propio ser y de esto nace la percepción de sí misma. De esto se desdobla la noción de relación, la palabra y su objeto correspondiente. Ya que está percepción está dotada de la facultad de observar y examinar lo que observa, se reconoce como conciencia.

El cuerpo cósmico sutil (ativahika) que surgió como el creador Brahma de manera completamente natural (justo como un coco maduro cae cuando un cuervo se posa sobre la rama) continúa existiendo en función de la naturaleza interna de la conciencia. Él es en sí mismo el universo. El que ve, el acto de ver, y el que es visto son todos irreales. O si son considerados reales, así entonces todos son Brahman, sólo el Brahman es real.

 

Twitter del autor: @alepholo
Imagen: ©David Grinberg Preciado. Jerusalem 1990.
Fuente: http://pijamasurf.com/

Vidas pasadas: Entrevista al Dr. Brian Weiss por Isabela Herranz

Gracias a la labor de investigadores como Brian Weiss, en las últimas décadas se ha producido un extraordinario interés en la reencarnación y en la terapia regresiva.

En su primer libro Muchas vidas, muchos maestros (1988), este psiquiatra americano abrió una puerta inesperada al sorprendente reino de la regresión a vidas pasadas, mientras que en A través del tiempo (1992) mostraba cómo emplear técnicas rápidas y seguras para sanar todo tipo de síntomas clínicos. Más recientemente, extrayendo sabiduría de los Maestros, guías espirituales que modelan nuestros destinos, este autor best-seller nos ha ofrecido una valiosa obra -Sólo el amor es real- donde revela que la fuerza esencial de la vida en el universo y la energía sanadora suprema es el AMOR.

Al parecer su vida profesional adoptó un nuevo giro a raíz de trabajar con una paciente que bajo hipnosis revivió supuestas vidas pasadas. ¿Podría contarnos algo en relación con ese período entre “la antigua forma de ver el mundo” y la “nueva”? ¿En qué medida afectó su vida?

Sí, esta paciente tuvo un efecto muy profundo en mi vida porque yo era un científico, había escrito bastantes libros y ensayos y mi reputación académica era notoria, estaba alcanzando incluso renombre internacional en psico-farmacología. Pero cuando comencé a trabajar con Catherine la visión que tenía de la vida y la muerte cambiaron por completo. Entonces se me habría podido definir como un agnóstico. Creía en la ciencia, en la lógica, en los valores del hemisferio cerebral derecho. Esto aconteció hace 23 años y desde entonces he tratado a 3.500 pacientes más. Empecé a investigar en áreas como la reencarnación y la conciencia humana sobre las que nunca se me ocurrió que podría llegar a investigar. En fin, cambió mi sistema de valores, me di cuenta de lo que era importante y lo que no.

¿Y ahora qué es lo más importante para usted?

La forma en que me relaciono con los demás, los sentimientos sobre mí mismo, la paz interior que experimento cuando medito, la comprensión de un todo mayor. Ahora son menos importantes para mí las cosas materiales que poseo o lo que puedan pensar los demás. Ser una persona espiritual, compasiva y amorosa con los demás y con uno mismo… eso sí que importa. Es lo que nos llevamos cuando pasamos al otro lado. Creo que hay un propósito tras la creación y que no existimos como resultado de una colisión caótica de moléculas. Tampoco creo que el tiempo exista. Si todo es energía, en términos de reencarnación no importa cuántas vidas tenemos. Creo que estas vidas ocurren en realidad de forma simultánea y que seguimos viviendo cuando nuestro cuerpo muere, somos inmortales.

¿Se ha sometido personalmente al proceso de regresión? ¿Cómo ha sido su experiencia? ¿Cuántas veces la ha tenido?

Unas ocho o nueve con diferentes colegas y mi esposa y sé que puede ser algo muy emotivo y vívido. Alguna vez me ha ocurrido en sueños. Recuerdo una experiencia especialmente interesante durante una sesión de shiatsu. Recordé haber sido una especie de sacerdote en tiempos babilónicos, pero no tengo forma de comprobarlo. Ni siquiera regresé con un nombre, pero estaba en un zigurat y era una persona que no ayudaba a los demás, sino que se aprovechaba de ellos para su ganancia personal. En otra vida me vi como un sacerdote católico y sufrí tortura y muerte durante la inquisición en Dublín. Mi actitud era muy distinta a la anterior. Quizá fue mi mente la que creó todo el escenario, pero mirando a mi mente de forma objetiva fue algo muy diferente a como suelo soñar despierto, por ejemplo. Eran recuerdos cargados con mucha emoción, tenían una cualidad diferente. ¿Cómo voy a probar algo así en laboratorio? Hay zonas del cerebro que se activan durante estas experiencias según comprobó el neurólogo Penfield, pero creo que hace falta investigar mucho más todavía. En Occidente todo queremos explicarlo científicamente pero también debemos ser pragmáticos y filósofos. La esencia de la ciencia es mantener una visión abierta y encuentro que la mayoría de los científicos no la tienen.

Además de estas experiencias de regresión, ¿ha probado algunas drogas enteógenas con ánimo de explorar la conciencia?

Buena pregunta… La verdad es que nunca me atreví a pesar de haber estado investigando con ácido lisérgico mucho antes de trabajar con técnicas de regresión. Trabajaba con ratas para observar qué efectos producía en sus cerebros. Su posible influencia en la genética me disuadió. No sé si me he perdido algo, pero nunca he probado drogas alucinógenas, ni siquiera cuando estuve en Brasil. En cambio, sí he probado técnicas muy efectivas como el Hemi-Sync. De todas formas para vaciar la mente practico diariamente un sistema de meditación elaborado por mí con diferentes técnicas. Me funciona mejor por la mañana, antes de comenzar la jornada, y suelo alcanzar niveles muy profundos de relajación.

¿Continúa haciendo regresiones en la actualidad?

Nunca he dejado de investigar y sigo siendo muy crítico. No sería científico aceptar las cosas sin evaluarlas cuidadosamente. Sin embargo, ahora soy más intuitivo. Sigo atendiendo pacientes y fundamentalmente hago regresiones, pero sobre todo estudio la conciencia. Por ejemplo, ¿cómo puede alguien saber lo que está ocurriendo en un momento determinado a seis mil kilómetros de distancia? ¿Cómo establecen los médiums contacto con los espíritus de difuntos? Estudio todo esto. No digo que todo sea religión o espiritualidad, sino algo científico. Se trata de energías y habilidades que tenemos para las que todavía carecemos de explicaciones científicas, pero las tendremos muy pronto.

¿Se está refiriendo a investigación parapsicológica?

A este tipo de investigación hoy la denominamos así, pero dentro de pocos años poseerá carácter de ciencia. Se trata de la energía de la mente. Cuando hacemos un electrocardiograma o en electroencefalograma, por ejemplo, lo que estamos testando es mera energía coronaria o cerebral. La conciencia se encuentra situada a lo largo de todo el espectro. Ahora hay científicos muy serios que estudian todos estos fenómenos. Aunque todavía los situamos en el reino de la parapsicología están deslizándose en el terreno de la ciencia tradicional.

En relación con dicha “energía”, ¿ha tenido alguna experiencia que pudiera calificar de paranormal?

Bueno, no sé hasta qué punto. Hay muchas personas que afirman ver auras y colores. Hace unos años asistí a una pequeña reunión en Estados Unidos con el Dalai Lama. A su alrededor y alrededor de los otros lamas que le acompañaban vi un halo de luz dorada. Se me ocurrió decirlo y con gran sentido del humor todos se echaron a reír diciendo que sí, que tenían esa luz a su alrededor. Estuvo muy bien. También hice unos experimentos en la universidad con unos sanadores chinos para comprobar si la energía de sus manos afectaba a unos cultivos de bacterias y a personas. Funcionó. Creo que estamos empezando a comprender en qué consiste todo este mundo de las energías, el poder del amor, la compasión, etcétera.

¿Cuál cree que ha sido la contribución más importante de la terapia regresiva al campo de la psicología?

Los pacientes se benefician profundamente y en consecuencia sufren menos y gastan mucho menos porque el tiempo de tratamiento se reduce muchísimo. Aunque sólo sea por lo bien y rápidamente que funciona merece la pena ponerla en práctica y estudiarla a fondo. Es terapéutico cuando la persona sigue el proceso y lo vive con emoción, no sirve que un psíquico o un médium les diga lo que fueron en vidas pasadas. Personalmente trabajo en dos niveles. Uno es la validación de los recuerdos, es decir, los detalles históricos, nombres, etcétera. Hay casos de personas que hablan cinco idiomas que no han aprendido en esta vida.

El otro nivel es el terapéutico: los pacientes se curan al margen de sus creencias en la reencarnación. Desaparecen los síntomas físicos que padecían, al igual que las fobias, sienten una profunda paz y relajación. Esto es muy notable al margen de nuestra capacidad para explicarlo de forma científica. La fenomenología está clara: la gente se cura rápidamente. A veces es suficiente con un par de sesiones, mientras que antes hacían falta un par de años o más de psicoterapia para obtener resultados. Suele haber recuerdos reprimidos con una gran carga emocional y con la técnica de la regresión afloran casi inmediatamente. Es muy potente.

Algunos investigadores piensan que las historias que emergen durante las regresiones relativas a supuestas vidas pasadas son mera fantasía elaborada por nuestra mente inconsciente para satisfacer al investigador. ¿De qué argumentos dispone para refutar esto? ¿En cuántos casos de los investigados por usted ha podido verificar datos sobre vidas pasadas?

Nuestra mente es sorprendente y apenas empleamos sus poderes creativos, pero al margen de esto cada vez nos encontramos con más casos que parecen confirmar y validar la existencia de la reencarnación. Van más allá de las explicaciones. Recuerdo, por ejemplo, el caso de una mujer inglesa que recordó una vida pasada en Irlanda. Nació en los años treinta y murió en los cincuenta a raíz del parto de su quinto hijo. Los cinco niños todavía vivían y confirmaron todos los recuerdos de la infancia de su madre, tal y como ella los había recuperado durante la regresión. No se trata evidentemente del inconsciente colectivo ni nada similar. Ya contamos con cientos de casos. Cuando preguntas las personas recuerdan perfectamente que sus recuerdos son de una vida anterior.

Sin duda, todo esto es muy difícil de demostrar en laboratorio. Como ahora viajo mucho lo que hago es entrenar en esta terapia a unos doscientos profesionales al año en todo el mundo. Cuantos más la practiquen más datos tendremos para una evaluación científica. Se trata de dar credibilidad a esta terapia. Aunque a veces no es fácil discernir lo que es real de lo que no lo es, lo importante en definitiva es que el paciente se cure de verdad. Es increíble que muchas personas con síntomas físicos o incluso con tumores que han sido confirmados por resonancias magnéticas o tomografías cuando se someten a una técnica de regresión se curan. Se trata de cambios fisiológicos palpables. Es una prueba clara de la conexión entre cuerpo y mente.

¿Podría resumir los mensajes más importantes que ha recibido de los Maestros? ¿Cómo los obtuvo? ¿Mediante canalización tal vez?

Creo que todos tenemos contacto con la conciencia o el yo superior, da igual el nombre que utilicemos para definirlo. Pero cuando escuchamos los mensajes se observa que todos giran en torno al amor, la compasión, la ayuda a los demás, etcétera. Eso es precisamente lo que están descubriendo los científicos. A veces cuando leo a Albert Einstein o a otros científicos cuánticos me doy cuenta de que su trabajo es profundamente místico. Es siempre el mismo mensaje: hay mucho más en la vida que no vemos. Somos energía, compasión, amor y tenemos que actuar en consecuencia. Ese es el mensaje. Creo que podemos debatir cuanto haga falta sobre si la reencarnación es real o no, pero en última instancia lo que cuenta es comprender que nuestra verdadera naturaleza es espiritual. Tenemos que sanarnos individualmente y en grupos.

En su libro Lazos de amor muestra que cada uno de nosotros tiene un alma gemela a la que ha amado en reencarnaciones pasadas y con la que espera reunirse en esta vida.

¿Es esto aplicable a todo el mundo? ¿Es posible encontrarnos con nuestras almas gemelas sin pasar por el proceso de la regresión?

Todos tenemos más de un alma gemela. Puede ser un amigo, un padre, un amigo íntimo… Se trata de personas con las que hemos compartido una o más vidas pasadas y las reconocemos inmediatamente por su mirada, el toque de sus manos, la sensación de familiaridad. Están muy próximos a nosotros, nos ayudamos mutuamente y aprendemos juntos las lecciones de la vida. No hace falta una regresión para encontrarlas. Muchísimas personas que han leído mi libro me escriben contándome cómo conocieron a sus almas gemelas. A veces tienen sueños antes de encontrarlas. No hace falta hacer ningún esfuerzo, nos las trae la vida.

Tomado de: energia-2012.blogspot.com

Fuente: https://compartiendoluzconsol.wordpress.com/2015/10/28/vidas-pasadas-entrevista-al-dr-brian-weiss-por-isabela-herranz/